sábado, 14 de marzo de 2009

3


Recostada entre escombros del odio,
sobre un oasis roto
cubierto por chatarra y arena envilecida
acerca el pecho al hijo.
En su pezón florece la dignidad del mundo,
la azucena posible que redime a los hombres.
Perdida y encontrada la ternura.


Julio Alfredo Egea

No hay comentarios: